¿Qué misterios se esconden en el frío abismo del espacio? El Observatorio ALMA, ese gigante de 66 antenas en el desierto de Atacama, acaba de pulverizar su propio récord: ¡4,250 horas de observación científica de calidad¡ en el Ciclo 10.
Este logro asombroso superaron las 3,787 horas del Ciclo 5, demostrando que la colaboración global y la tecnología de punta pueden abrir puertas a dimensiones que aún no comprendemos del todo. ¿Qué vieron esas antenas durante esas miles de horas? Galaxias formadas cuando el universo era joven, moléculas orgánicas flotando en nubes interestelares, protoplanetas naciendo en discos de polvo cósmico…
¿Y si entre esos datos se oculta la respuesta a la pregunta más profunda de todas: estamos solos en el cosmos?
Sergio Martín, Jefe de Operaciones Científicas, lo dijo claramente: “Este nivel de producción refleja la mejora de la eficiencia operativa que nos permite hacer frente a la creciente demanda de las capacidades de vanguardia de ALMA.”
Los tres conjuntos de antenas (12m, 7m y Total Power Array) también establecieron récords individuales. Estamos ante un salto cuántico en nuestra capacidad de escuchar los susurros del universo frío.
¿Qué descubrimientos surgirán de esta avalancha de datos? ¿Estaremos más cerca de entender nuestro origen… o de encontrar señales de otras civilizaciones?

