¿Imaginas un futuro donde la contaminación lumínica borra para siempre la magia de nuestros cielos estrellados? Hoy, Chile da un paso gigante para evitarlo.
La Comisión de Medio Ambiente de la Cámara analiza un proyecto de ley revolucionario que busca proteger las áreas con valor científico y astronómico. Esta iniciativa establece restricciones claras: ninguna industria o actividad que perjudique la calidad del cielo nocturno podrá instalarse en un radio de 70 kilómetros desde los observatorios de los cerros Paranal y Armazones, en la región de Atacama.
Pero esto va más allá de proteger telescopios. Se trata de preservar ventanas al cosmos, de garantizar que las futuras generaciones puedan seguir descifrando los misterios del universo desde el mejor sitio del planeta para observar las estrellas.
Y hay más: el proyecto prohíbe actividades bélicas en estas zonas astronómicas y asegura tiempo de observación para científicos chilenos en instalaciones nacionales. Durante la sesión, nada menos que el Dr. Reinhard Genzel, Premio Nobel de Física 2020, expuso sobre la excepcional calidad de los cielos del norte de Chile.
Un Nobel mirando hacia el sur de América. Un país protegiendo su patrimonio astronómico. ¿Será Chile el guardián de las últimas ventanas puras hacia el universo? ¿Qué secretos cósmicos aguardan ser descubiertos bajo estos cielos protegidos?

